Navegar por internet me relaja.
Llegar del trabajo y encender el ordenador una horita, darle a marcadores y parar el tiempo, para pulsar el botón de la imaginación y dedicarme a mis hobbis; no hay una sensación comparable de relax tras un día agotador de trabajo en el que te duele todo, desde la punta del dedo del pie hasta el fondo del corazón. Fatiga me entra a veces al sentarme delante del escritorio. Nunca llego a entender si mis suspiros son de queja, de cansancio o de arritmia cardíaca, porque entre otras cosas son bastante hipocondríaca.
Pues bien, hoy estoy en plena forma, tengo día libre, y para variar un poco, he decidido iniciar un blog personal, o como suelen poner en muchos blogs "intransferible" (aunque dudo que no se pueda transferir, así, como si de un traspaso se tratara).
He meditado mucho en cuanto al tipo de blog que podría desarrollar. Tengo tantas ilusiones... pero no soy capaz de dedicar más de 5 minutos a cada una de ellas, así que finalmente he pensado que podría introducir entradas variopintas, de diferentes temas, según me de el día, para llenar mis ratos libres.
Creo que hacerlo de esta forma va conmigo y con mi personalidad, es decir, que yo soy así, cada día amanezco con muchas objetivos, y aunque sencillos, para mí son apasionantes siempre, así que voy a reflejar todo lo que me llame la atención, y así poder compartir experiencias y ratos libres.
Me servirá bastante para llevar a cabo mis ideas y no dejarlas en el tintero, y sobre todo para recuperar mis dotes de escritura y gramática, que poco a poco voy estropeando gracias a los sistemas de mensajería móvil.
Siempre me ha gustado escribir, y siempre me ha gustado hablar de mí misma, soy un poco cargante, así que ¿por qué no liberar a mis amigos de mis experimentos?.
Resumen de la entrada: inicio un blog para ver hasta dónde mi cabeza es capaz de llevarme.
